Romy Hendricks es Especialista Global en Nutrición y miembro del equipo de los Servicio Técnicos Globales de Topigs Norsvin. Este equipo proporciona asesoramiento y apoyo a clientes, consultores y productores de piensos de todo el mundo sobre las mejores prácticas de alimentación para liberar el máximo potencial de la genética Topigs Norsvin.
Los precios mundiales de las materias primas de casi todos los ingredientes están aumentando enormemente y esto ha llevado a precios récord de los piensos. Por tal motivo, los productores de carne de cerdo prestarán más atención a optimizar los costes de alimentación y la eficiencia en sus unidades de producción. Estos son los consejos de Romy para ahorrar en los costes de alimentación de las cerdas:
1.Evite la sobrealimentación de sus cerdas.
Es importante centrarse en la alimentación de precisión a través de mediciones objetivas periódicas, por ejemplo, el peso y la grasa dorsal. Las cerdas con diferente composición corporal y diferentes partos tienen distintos requerimientos nutricionales.
2.La calibración de su sistema de alimentación es clave para evitar el desperdicio.
La comprobación frecuente de la precisión de los dispensadores y sistemas de alimentación electrónica para cerdas garantizará que se alimente a las cerdas con la cantidad correcta de pienso. Reemplace los comederos rotos o dañados para minimizar el desperdicio de alimento.
3.Conozca el momento adecuado para inseminar a sus primerizas.
Las primerizas de hoy crecen más rápido, alcanzan antes la pubertad y pueden ser inseminadas antes, con el peso y la edad correctos recomendados por Topigs Norsvin. Puede ahorrar aproximadamente 21 días de alimento.
4.Reducir el número de días no productivos.
Una cerda no productiva o poco productiva costará dinero, por lo que es importante que las cerdas descartadas o las primerizas no seleccionadas abandonen la granja lo antes posible. Las cerdas que no estén preñadas deben ser detectadas rápidamente para volver a cubrirlas cuanto antes.
5.Asegúrese de que los factores ambientales sean adecuados para promover un rendimiento óptimo.
Factores como la ventilación, la densidad de población, el flujo y la calidad del aire, las temperaturas y el suelo influirán en la capacidad de las cerdas para mantenerse sanas y producir a su máximo potencial a lo largo de su vida productiva.